Los valores son aquellas cualidades que se destacan en cada individuo y, que a su vez, le impulsan a actuar de una u otra manera porque forman parte de sus creencias, determina sus conductas y expresa sus intereses y sentimientos.
En este sentido, los valores definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con quienes les rodean.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.
Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
Los valores sirven de guía interpretativa en el devenir de lo cotidiano. Al ser una cuestión subjetiva principalmente, podemos decir que afirmar que los valores son de carácter universal seria cuanto menos conflictivo. Sin embargo, encontramos que generalmente son caracterizados de este modo.
La realidad es que los valores son históricos, es decir, que su origen se relaciona con un contexto social y cultural determinado el cual influye directamente en su concepción y formación.
De este modo, podemos hacer notar que en las sociedades tienen valores diferentes sobre cuáles son los modos de actuar, de comportamiento, morales, de convivencia, etc.
A la vez que se da esta diferencia, existe un proceso contrario que tiende hacia la unificación y universalización de los ciertos valores. Ejemplo de esto son los valores sobre la paz, la solidaridad, la tolerancia, etc.
Lo cierto es que existe una contradicción que choca principalmente cuando posiciones opuestas tocan temas sensibles como el aborto, eutanasia, la intervención política o armada y demás cuestiones donde los valores que se persiguen encuentran otras limitaciones culturales que sostienen valores diferentes.
Más allá de esta cuestión, resulta útil clasificar a los distintos valores según criterios específicos en:
Y tú, ¿qué opinas sobre los valores?, ¿serán, en la actualidad, importantes en nuestra sociedad?.
En este sentido, los valores definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con quienes les rodean.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.
Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
¿Para qué sirven?
Los valores sirven de guía interpretativa en el devenir de lo cotidiano. Al ser una cuestión subjetiva principalmente, podemos decir que afirmar que los valores son de carácter universal seria cuanto menos conflictivo. Sin embargo, encontramos que generalmente son caracterizados de este modo.
La realidad es que los valores son históricos, es decir, que su origen se relaciona con un contexto social y cultural determinado el cual influye directamente en su concepción y formación.
De este modo, podemos hacer notar que en las sociedades tienen valores diferentes sobre cuáles son los modos de actuar, de comportamiento, morales, de convivencia, etc.
A la vez que se da esta diferencia, existe un proceso contrario que tiende hacia la unificación y universalización de los ciertos valores. Ejemplo de esto son los valores sobre la paz, la solidaridad, la tolerancia, etc.
Lo cierto es que existe una contradicción que choca principalmente cuando posiciones opuestas tocan temas sensibles como el aborto, eutanasia, la intervención política o armada y demás cuestiones donde los valores que se persiguen encuentran otras limitaciones culturales que sostienen valores diferentes.
Tipos de valores
Más allá de esta cuestión, resulta útil clasificar a los distintos valores según criterios específicos en:
- Valores personales: Son los que resultan indispensables y a partir de los cuales las personas van guiándose en su vida cotidiana. Muchas veces provienen de la experiencia directa que tienen las personas y van acumulando.
- Valores socio-culturales: Son los cánones generales que funcionan y son parte de la cultura de una sociedad determinada. Más allá del núcleo duro general o hegemónico de la sociedad, los cuales pueden coincidir con los valores personales o de grupos sociales específicos, se encuentran en constante roce o yuxtaposición con demás valores. Se debe tener en cuenta que coexisten una variedad de múltiples valores en una sociedad y momento histórico dado.
- Valores materiales: son depositados sobre los objetos y bienes que hacer que el ser humano pueda subsistir. Por ejemplo lo necesario para la alimentación o protección.
- Valores espirituales: Son los referidos a la actividad que los seres humanos realizan, se basan en aspectos inmateriales. Y comprenden la importancia que le damos a las actividades que realizamos y valoramos como la expresión artística o religiosa.
- Valores morales: Son las conductas que una determinada sociedad acepta y entiende que son indispensables para mantener el orden social. Estos recaen de forma social sobre cada uno de los ciudadanos en particular, exigiendo de forma tácita y práctica también su aceptación. Y en muchos casos la sociedad dispone castigos a quien los infringe vía judicial, penal, etc.
Y tú, ¿qué opinas sobre los valores?, ¿serán, en la actualidad, importantes en nuestra sociedad?.
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Fuente: ASXLab